Proyecto Sirenas surgió, en cierta manera, del proyecto anterior, Sin Olvido, el cual también es una serie de fotografías de montaje (Tableu vivant). Como material de denuncia y concientización se mantuvo una continuidad discursiva, aunque ya no desde la alusión a sucesos concretos. La particularidad de Proyecto Sirenas es la representación de diferentes tipos de violencia hacia la mujer. Empleando la figura de las mitológicas sirenas, en cada foto se recrearon escenas alegóricas sobre la denostación social de las mujeres (y lo femenino), entendidas como ciudadanos de segunda clase, como objeto de intercambio, como objetos de consumo, etc.
El historiador Jorge Luis Merlo Solorio, con quien colaboré para concebir ciertas simbologías en Sin Olvido, realizó la investigación iconológica en torno a las sirenas y sus significados a través del tiempo. Así, juntos planificamos la significación de las fotografías antes de emprender su realización.
El marco conceptual creado por el Mtro. Merlo Solorio, profesor de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), puede consultarse en el siguiente link:
Al igual que en Sin Olvido, el financiamiento resultó un serio problema, ya que Proyecto Sirenas requería elementos complejos de utilería y escenografía.
Gracias al apoyo de León Felipe Río Valle, amigo activista que se solidarizó conmigo y mi visión, quien hoy es segundo regidor de Ecatepec, uno de los municipios que más adolece la problemática de los feminicidios; pudimos solventar la compra de algunos materiales y otros gastos de producción. Mediante este patrocinio iniciamos nuestro proceso creativo, elaborando las colas de las sirenas.
Las colas se fabricaron en los Talleres Creativos Ideare. Es importante señalar que, aunque la realización fue producto de un esfuerzo colaborativo de los mismos miembros del proyecto, fue gracias a la experiencia de los maestros del taller que supimos cuáles materiales usar y cómo aplicarlos.
Como directora de arte, Azucena Hernández Villalobos encabezó este esfuerzo y, poco a poco, todos aprendimos en la marcha. Sin embargo, la experiencia de Estefanía Tiaredth Aguilar Zuñiga y Adrian Gutierrez Cervantes -quienes ya habían trabajado cuestiones de artes visuales en festivales del municipio de Chimalhuacán-, fue crucial para afianzar las primeras técnicas de manufactura, los patrones de las colas y la aplicación de pintura.
Con el tiempo, el trabajo se nos fue haciendo cotidiano. Por ello, la tercera y cuarta cola resultaron más fáciles, al conocer de mejor manera el proceso de elaboración. Nos tomó casi 8 semanas tener listas todas las colas.
En marzo de 2019, con dos meses de retraso respecto a nuestra calendarización original, empezamos con Sirena Charal, la cual fue tomada cerca del metro Río de los Remedios, lugar fatídico y representativo en el tema de los feminicidios y las desapariciones en el Edo. de México, ya que como narra Lydiette Carrión en su libro La fosa de agua (Debate, 2018), cuando drenaron el canal de desagüe, encontraron cerca de seis mil restos óseos. Muchos de estos fragmentos seguramente pertenecieron a mujeres que, desafortunadamente, fueron arrojados ahí; aunque las autoridades, para lavarse las manos, declararon que en su mayoría se trataban de restos de animales.
Marco Antonio Carrera, productor audiovisual y quien también fue mi asistente de dirección en el largometraje La llamada, se encargó de la gerencia de producción del proyecto, y supo resolver con pericia y creatividad, la falta de un presupuesto más holgado.
Otros miembros del equipo original fueron Alicia Aideé Ramírez, Yetlanezy Martínez y Andrés Jiménez. Todos ellos, junto con Tiaredth y Adrián, pertenecientes al colectivo Arrealismo, el cual desempeña sus actividades en el municipio de Chimalhuacán. Ellos se involucraron como grupo artístico en la creación de las fotografías, pero también se solidarizaron a partir de convicciones personales.
Aurora del Mar, quien ya había trabajado con nosotros en la fotografía del News divine en Sin Olvido, fue la primera modelo en habitar la piel de una sirena. Acorde con los motivos y denuncias del proyecto, Aurora tenía sus reservas en asistir a la locación, ya que la zona mexiquense le resultaba peligrosa y no contaba con compañía. Su reticencia dejó al descubierto la vulnerabilidad experimentada por las mujeres, la complicada realidad para salir y realizar actividades por cuenta propia ante tantos riesgos cotidianos e impunes.
En esta primera fotografía, el trabajo del crew fue de una gran disposición y alegría, mismos que acompañaron el resto del proyecto en cada uno de los diez días de llamado. Cabe destacar que ninguno de los miembro de Proyecto Sirenas cobró por su participación. Todos colaboraron por convicción, creyendo en los alcances y objetivos del proyecto.
Después de una jornada de seis horas que comenzó con el maquillaje de nuestra modelo, logramos concluir la fotografía inaugural.
Además de la serie fotográfica, decidimos lanzar una campaña en redes sociales. Así fue como nació la página de Facebook de Proyecto Sirenas, donde a la par de compartir los avances sobre el proyecto artístico, se difunde información sobre los feminicidios, la violencia generalizada hacia la mujer en nuestro país y el mundo, reportes de desaparecido/as, bibliografía especializada en torno a los estudios de género, notas periodísticas en pro del empoderamiento social de la mujeres en todo sentido, etc. Actualmente, la página cuenta con al menos cinco editores en activo, quienes comparten y crean contenido para su difusión.
La insignia del proyecto y la campaña fue realizada por la caricaturista Fugitiva, cuya amabilidad agradecemos sobremanera, ya que al contarle sobre Proyecto Sirenas, adaptó uno de sus diseños para que quedase como logo.
Mi experiencia en el ámbito audiovisual, me ha permitido tener una mayor familiaridad con las lámparas de luz continua, mismas que ocupé en este proyecto, trabajando por zonas en el cuadro. Aunque en algunos momentos, como en la foto de Residuos Tóxicos, llegamos a usar speed lights; posteriormente, en edición, mezclé todas las luces en un cuadro único, el cual reúne los mejores elementos de cada toma.
A río revuelto, temporada de pescadores, se realizó en las inmediaciones del Bordo de Xochiaca, Edo. de México, en una de sus vertientes que colinda con el municipio de Chimalhuacán. Aprovechamos que varios de nuestros integrantes son vecinos de la localidad. Tal es el caso de Estefania Tiaredth, asistente de dirección del proyecto, cuyos contactos familiares nos dieron acceso a un espacio para la realización del maquillaje, e incluso contamos con la participación de su cuñado y su vecino como modelos.
Al igual que Ecatepec, Chimalhuacán es una de las entidades donde más han aumentado los feminicidios. Estas demarcaciones son escenario de terribles delitos como el perpetrado en Giselle, menor que fue violada y asesinada en enero del 2019, por el dependiente del ciber café al que ingresó para hacer su tarea.
Marco Carrera construyó la estructura donde fue amarrada la sirena, así como el sistema de arneses que le permitieron permanecer colgada. Para alcanzar nuestro objetivo, tuvimos que efectuar varias pruebas antes de ir a locación.
Nuestra asistente de producción, Alicia Aideé, participó en esta ocasión como modelo de A río revuelto, temporada de pescadores.
Expectantes, muchas personas se acercaron para presenciar la realización de la fotografía. Como nos hicieron notar, para la gente en la periferia, ver actividades artísticas es totalmente extraño, ya que esta zona usualmente se emplea para el comercio y otras actividades de supervivencia. De hecho, meses después, ya sumergidos en la pandemia, en este mismo lugar se colocó un tianguis clandestino. Los merchantes, a causa de sus recursos mermados, careciendo de recursos suficientes para cubrir los gastos cotidianos, decidieron vender hasta sus artículos personales para obtener el sustento de sus familias.
En Sirenita ahumada a la parrilla colaboraron mi sobrina Sofía y Alejandro Castellanos. Alejandro nos ayudó desde la primera fotografía, llevando a sus hijos pequeños de modelos y después prestándonos sus cañas de pescar para A río revuelto… Siempre entusiasta, aceptó participar esta vez como modelo principal.
Seleccionar la toma definitiva fue bastante difícil, pues teníamos diferentes versiones de la actitud de Alejandro ante el platillo, algunas más grotescas que otras. Aquí pueden apreciarse algunas de las preliminares.
Al final nos decidimos por una toma que muestra una actitud de poder ante el platillo, símbolo del pleno cinismo con el que se cometen crímenes como la pederastia; incluso, en ciertas ocasiones, con la complicidad de los órganos institucionales que se hacen de la vista gorda, ante las influencias y el dinero de los criminales.
Al proyecto se incorporaron los asistentes de dirección Vilidian Vilks, Marcus Antonio y la maquillista Alexa Cervantes, con quien ya había trabajado antes en La llamada.
Para Carne de Sirena I y II, las únicas fotografías realizadas simultáneamente en una misma locación, nos acompañó la periodista Anna Portella de Telemundo, quien realizó una crónica visual y escrita de nuestro proyecto en general y del trabajo de ese día en particular, con la participación de los locatarios de la carnicería “Manolo”, al interior del mercado Jorge Jiménez Cantú en Valle de Aragón.
El buen Manolo se mostró siempre afable y en disposición para modificar su local, con el fin de que el inmueble se adaptase a las necesidades de la toma. Como la fotografía tuvo que efectuarse después del cierre del mercado, Manolo aceptó una botella de whisky en intercambio para esperarnos durante todo el tiempo de la preparación del espacio.
Estos son algunos de los bosquejos que, aunque hechos con mis pocas capacidades para el dibujo, los conservo con gran cariño, porque realmente me remiten a las versiones finales de las fotos, lo cual habla de la claridad que tuvimos desde la concepción de cada una de ellas para que fueran posibles sin fallos graves o excesos presupuestales.
Para la creación de algunas de las fotografías hubo referencias de inspiración concretas, como esta foto de Enrique Metinides que sirvió como base para Sirena Charal.
…o esta fotografía de un pequeño mono junto a su madre asesinada que resalta el espíritu detrás de Ausencia.
Así fue el shooting de Ausencia:
Para mejorar las texturas de las colas y hacer diferentes combinaciones en post producción, tomamos fotografías de pieles de pescados y otros animales marinos, las cuales aportaron una personalidad singular a cada sirena.
El viaje a la Hacienda Ojo de Agua, en el municipio de Tecámac, Edo. de México, nos permitió concretar tres fotografías en una misma y extenuante jornada. Hasta ese momento, todas nuestras sirenas estuvieron en contextos sin agua. Gracias a las albercas, aquí incluso pudimos hacer una toma subacuática, utilizando un housing especial para tal motivo.
Estas fotografías resultaron un particular reto para las modelos y para el crew por la baja temperatura del agua, ya que las albercas no estaban funcionando al público y, por lo tanto, mantuvieron sus calderas apagadas, haciendo casi imposible sumergirse sin sentir un frío demoledor.
Mi casa fue sede para la preparación de cuatro de las fotografías, incluyendo El trofeo, la cual se realizó ahí mismo.
Para la realización de Clase de Anatomía, la casa de cultura Enrique Ramírez y Ramírez, ubicada en el conflictivo barrio de Tepito, nos abrió las puertas a través de la coordinadora de programación, Edda Rosario Rodríguez Ruiz
***Como dato curioso, sólo Clase de Anatomía y Ausencia se hicieron en locaciones de la CDMX. El resto de las fotografías las produjimos en el Edo. de México.
Imagen Televisión nos hizo ese día un reportaje, gracias al interés en nuestro proyecto del periodista Abraham Nava.
Resultado de ese reportaje se hizo un programa en Excélsior TV, en el que junto conmigo, asistieron dos de las modelos, Jheraldy Palencia y Mariana Quiroz.
La conductora del programa Punto y coma, quien a su vez es la editora del diario de circulación nacional Excélsior, nos dio la oportunidad de publicar mes con mes nuestras fotografías, acompañadas de textos de Abraham Nava.
Aquí algunas de las notas que fueron publicadas en el periódico Excélsior a nivel nacional:
Para mí, la penúltima fotografía, Pesca clandestina, fue la graduación de todos los conocimientos adquiridos durante el proyecto, en términos de uso de iluminación y retoque fotográfico. El fondo lo extraje de una fotografía tomada en Zipolite hace unos años, y los fragmentos de playa, hechos especialmente para el montaje, los obtuvimos sumando varios elementos. Conjuntamos una toma de Los Cabos, a cargo de mi amiga fotógrafa Nadia Nolie Pacheco, y el trabajo de arte de Azucena Hernández, quien logró para el día del montaje, arena falsa a base de harina.
Nayade Arizmendi, una de las varias editoras y editores que participan en la página de Facebook -modelo de la fotografía El circo–, es también miembro fundador del colectivo Invisible somos visibles, quien nos invitó a hablar del tema a través de su programa Redes Invisibles.
Santa Negación cierra nuestro proyecto en términos de realización de fotografías, aunque varias fotos se quedaron en el tintero, a falta de presupuesto, espacios óptimos y las facilidades para crearlas. Ojalá, logren ver la luz algún día…
Aquí les compartimos otras entrevistas a las que fuimos invitados para difundir el proyecto:
La página informativa Somos el medio, a través de su reportera Mónica Contreras Téllez, hizo una nota que resume a cabalidad lo que ha sido la primera etapa de Proyecto Sirenas.
Pronto iniciaremos con la impresión de las fotografías y la exhibición de las mismas a través de plataformas virtuales y físicas.